Agentes de influencia: Guennady Rodríguez, el youtuber

LA HABANA, Cuba. – Diez días antes de las masivas protestas del 11 de julio (11J) de 2021, el abogado e influencer cubanoamericano Guennady Rodríguez Delgado fue uno de los principales invitados al Foro de Liderazgo de las Américas 2021, organizado por la Bienal de las Américas. Junto al director del Cuba Study Group (CSG), Ricardo Herrero, participó en un panel dedicado al restablecimiento de relaciones y diálogos entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba.

En este evento, Rodríguez Delgado, conocido en redes sociales y medios como Guena Rod, explicó que muchos cubanos que interactuaban en su canal no se identificaban con el Movimiento San Isidro (MSI), una organización integrada por artistas y activistas de derechos humanos que entre 2018 y 2021 protagonizaron algunos de los sucesos de afrenta al régimen cubano más trascendentales. Según Rodríguez, no seguían al MSI porque el movimiento quería “crear un caos social” de consecuencias no previstas. Por este motivo, preferían apoyar un proceso de reformas económicas que, mejor aún si estaba acompañado por Estados Unidos.

Asimismo, Guenna Rod dijo que para él, el principal problema de la política exterior de Estados Unidos hacia Cuba era que estaba enfocada fundamentalmente en el embargo, el cual no ha demostrado ser suficiente para un cambio de régimen en Cuba. “Con el embargo el riesgo es muy alto, por eso, si podemos darles algún espacio [al Gobierno cubano] para ir moviéndonos con estos cambios, y acompañarlos, ayudarlos y tratar de de estar ahí, y disminuir el riesgo, creo que tendremos más éxito en cambios significantes en Cuba que de la otra manera”, añadió.

Apenas una semana después del 11J, la Casa Blanca anunció que el asesor Cedric Richmond y el director para el hemisferio occidental del Consejo de Seguridad Nacional, Juan González, se reunieron vía Zoom con líderes cubanoamericanos, quienes ofrecieron directamente sus recomendaciones respecto a Cuba. Entre los participantes estaban: el presidente y el director ejecutivo del CSG, Carlos Saladrigas y Ricardo Herrero, respectivamente; el presidente del Partido Demócrata de Florida, Manny Díaz; el excongresista demócrata Joe García; el emprendedor, CEO de eMerge Americas e integrante del CSG, Felice Gorordo; y el editor de la plataforma 23yFlagler, Guennady Rodríguez.

En dicho espacio, Rodríguez aseguró que, si bien recomendaba el respaldo y visibilidad a los prisioneros políticos, pedía el restablecimiento de los servicios consulares (interrumpidos por Donald Trump en 2017 luego de los presuntos ataques a funcionarios de la embajada estadounidense en La Habana), los viajes y las remesas a Cuba (suspendidos igualmente por Trump como forma de sancionar y presionar a la dictadura cubana por sus violaciones de derechos humanos); todo lo cual se ha ido restableciendo en los últimos meses. De igual forma, solicitó que se permitieran todas las transacciones y que se ofreciera “toda la ayuda posible”, para el enfrentamiento de la pandemia.

De izquierda a derecha, Ricardo Herrero, Michel Bustamante y Guennady Rodríguez en panel del Foro de Liderazgo de las Américas, en 2021 (Captura de pantalla)
(Captura de pantalla)

Como parte de su activismo político, Guennady Rodríguez constituye igualmente una de las figuras principales de “Cuba Próxima”, plataforma fundada en el verano de 2021 que aboga por “la construcción de una sociedad democrática y un Estado de derecho en Cuba”; está dirigida por Roberto Veiga González y en ella confluyen, entre otros, varios activistas, periodistas y personas asociadas a medios de prensa como Harold Cárdenas Lema, fundador y editor de La Joven Cuba, y José Jasán Nieves, director de El Toque.

¿Cómo llegó Guennady Rodríguez, un abogado apenas conocido por la comunidad cubana ―en Miami y en la Isla―, a representarla, a insertarse en espacios políticos relevantes e, incluso, a dar recomendaciones a la Casa Blanca?

Su vertiginoso activismo político había iniciado apenas un año antes (2020) en medio de la campaña presidencial de Joe Biden cuando, además, fue entrevistado por varios medios de prensa como “analista político”. En este mismo año fundó su sitio web y canal de YouTube llamado 23yFlagler. Según dijo, la creación de este espacio respondió a “la necesidad” de tratar de contrarrestar el efecto en la opinión pública de la comunidad cubanoamericana de otros canales e influencers mayormente republicanos, como el del youtuber Alexander Otaola y otros que difundían “falsedades para alejar a los votantes de los demócratas”.

De igual forma, desde su inicio 23yFlagler promovió la campaña presidencial de Biden tanto cuestionando al Partido Republicano como al totalitarismo cubano. Así lo definía Diario de Cuba en entrevista a Rodríguez Delgado y a otros de los promotores de la plataforma en octubre de 2020.

(Capturas de pantalla del perfil de Facebook de Guennady Rodríguez)

En declaraciones a CubaNet, Guena Rod reconoció que fue Ricardo Herrero quien lo implicó en el grupo “Cubanos con Biden”, el cual pretendía insertarse dentro de la comunidad cubana para influir en las elecciones presidenciales de fines de 2020.

Aunque Rodríguez Delgado negó que el CSG en algún momento financiara a 23yFlagler o su trabajo, una declaración pública de gastos del CSG durante el 2020 detalla que en ese año se entregaron un total de 20.000 dólares a Responsible New Media, Inc., una empresa que dirige Guennady junto a otras de las personas vinculadas a 23yFlagler (el escritor e ingeniero químico cubano Lemis Tarajano Noya y el ingeniero y experto en comercio electrónico Oscar Díaz Serrat. Tarajano Noya formó parte igualmente de la campaña “Cubanos con Biden”, y es uno de los directores de Agora Cuba Inc., una organización sin fines de lucro, propietaria de la red social cubana Apretaste).

El CSG es una organización que, pese a ser crítica del régimen, aboga por  el diálogo entre los gobiernos de Cuba y Estados Unidos, y por el levantamiento de las sanciones; además, promueve los negocios con la dictadura. Esto, según sectores de la oposición más frontal, dificulta la defensa de los derechos humanos, lo que debería ser una prioridad. A su vez, esta estrategia coincide con los intereses del régimen cubano de fomentar un “sector privado” controlado e inofensivo, que no constituya una amenaza al poder político, sino que sirva a sus intereses.

Primeros pasos

Guennady Rodríguez se graduó de Derecho en la Universidad de La Habana, en donde luego ejerció como profesor adjunto (2007-2012). Por mediación del Centro Cultural “Padre Félix Varela”, perteneciente a la Arquidiócesis de La Habana, cursó un máster en Administración de Negocios en la Universidad Católica San Antonio de Murcia, España (2012); es aquí cuando conoce a Camilo Condis, el “emprendedor vitrina” objeto del primer reportaje de esta serie.

Junto a Condis, también formó parte del Consejo Editorial de la revista Espacio Laical, del mismo centro cultural, en donde coincidió igualmente con Roberto Veiga González (editor) y Arturo López-Levy (miembro del Consejo Asesor), primo del fallecido presidente de GAESA (Grupo de la Administración Empresarial S.A. de las FAR), el general de División Luis Alberto Rodríguez López-Calleja.

Fue esta la época en que Oswaldo Payá acusó a los editores de Espacio Laical de ser “verdaderos perseguidores para que nadie dentro de la Iglesia exprese críticas abiertas al Gobierno”. Según el entonces líder del Movimiento Cristiano de Liberación, algunos laicos católicos, favorables a mantener un diálogo con el Gobierno cubano, habían logrado dominar publicaciones como Espacio Laical y Palabra Nueva, actuando como “verdaderos comisarios políticos” e involucrándose “galopante y directamente en la legitimación o lavado de cara de este cambio-fraude”. Por su parte, Guennady Rodríguez ha negado cualquier relación o culpabilidad con este tipo de imputaciones.

A través del Centro Cultural “Padre Félix Varela”, en 2012 el Cuba Study Group (CSG) fundó “Cuba Emprende”, un proyecto que ofreció programas de formación empresarial. Tanto Condis como Guennady Rodríguez formaron parte de él como asesores. Uno de los directores del proyecto era Carlos Alzugaray, exdiplomático cubano y reconocido agente de influencia del régimen en el ámbito académico estadounidense. A su vez, Alzugaray escribe para OnCuba, la revista con sede en La Habana dirigida por el empresario Hugo Cancio, y forma parte del Consejo Asesor de La Joven Cuba.

La relación de Guena Rod con el CSG apenas comenzaba. Precisamente con el apoyo del CSG, él fue uno de los promotores del acercamiento entre Estados Unidos y Cuba entre 2014 y 2016.

(Infografía: CubaNet)

Los negocios de Guennady

Entre 2012 y 2016, Rodríguez Delgado ejerció como director de Negocios de Cuba Strategies Inc., una empresa registrada en Nueva Jersey con el objetivo de “promover la modernización responsable de Cuba sin repetir los mismos errores ecológicos de otros mercados emergentes”. Según declaró a CubaNet, uno de sus socios fue un miembro del CSG.

Sobre su trabajo en esta empresa, contó que se trataba de atraer inversiones extranjeras, fundamentalmente estadounidenses, hacia las energías renovables en Cuba, para lo cual estableció contactos en el sector tanto en Estados Unidos como en La Habana, llegando a participar en ferias de negocios y a reunirse incluso con altos funcionarios en la Isla.

Aunque ha reconocido el fracaso de esta estrategia, actualmente sigue sosteniendo la posibilidad de promover el emprendimiento en Cuba como forma de, “eventualmente, generar suficientes presiones para romper con el monopolio totalitario del poder que existe en Cuba”.

Desde 2013 Guennady Rodríguez se radicó en Estados Unidos. Su primer trabajo ―que ejerció durante dos años― fue como ejecutivo de ventas de Marcus Evans Inc., empresa con sede en Londres. En entrevista concedida en abril de 2015 al medio WLRN, de Miami, se presentaba a Rodríguez Delgado como un cubano privilegiado al estudiar Administración de Empresas en la Cuba comunista.

Por ese entonces se implementaban los puentes entre Obama y Castro, conocido como “deshielo”. El medio citado afirmaba: “A medida que surjan más oportunidades de negocios entre Estados Unidos y Cuba, los MBA (Máster en Administración de Empresas, por sus siglas en inglés) como Rodríguez se convertirán en puentes comerciales a través del estrecho de Florida”. A lo cual Rodríguez respondía: “Entiendo cómo funcionan las cosas en Cuba. (…) Ahora entiendo cómo funcionan las cosas en Miami. Estaré muy contento si puedo ayudar todo lo que pueda. Será como la recompensa de todo esto”.

Guennady Rodríguez asegura que se desligó de todo lo relacionado con los negocios en Cuba en 2016, justo cuando cambia la administración en la Casa Blanca, porque se dio cuenta de que su trabajo no llevaría a nada, fundamentalmente por los frenos que representaba la parte cubana para las inversiones extranjeras.

Su último esfuerzo en este sentido fue un evento organizado por AS/COA (Americas Society/Council of the Americas) en Estados Unidos sobre inversión en energías renovables en Cuba y en el que participaron expertos de ambas naciones. A este encuentro concurrieron igualmente la abogada Ambar Díaz ―la agente que registró al menos dos de las empresas de Guennady― y el emprendedor cubano Carlos Fernández-Aballí, quien trabajaba entonces con Rodríguez como director de Estrategia de Cuba Strategies Inc.

AS/COA es una organización fundada por David Rockefeller, muy relacionada con el Cuba Study Group (CSG). Una de sus iniciativas ha sido el Cuba Working Group (CWG), cuyas recomendaciones influyeron en la normalización de relaciones entre La Habana y Washington en diciembre de 2014.

Guennady Rodríguez en octubre de 2016 en un evento sobre inversiones en energías renovables en Cuba organizado por AS/COA (Captura de pantalla)

 

En Estados Unidos, Guena Rod ha fundado varias compañías. La de más reciente creación es Every Pixel Studio LLC, registrada el 28 de noviembre de 2022. Constituye una entidad comercial de fotografía profesional; en ella funge como socio Armando Sergio Vallejo. En diciembre de 2017 registró en Miami la empresa New Dynamics Group LLC, la cual se encuentra activa según la División de Corporaciones del sitio oficial del Estado de Florida. “Esta empresa es por la que yo hago el trabajo de YouTube, la que recibe los pagos”, declaró ante la pregunta. No obstante, resalta el dato de que surgiera tres años antes que 23yFlagler, su canal de YouTube.

En noviembre de 2020 registró igualmente otra compañía llamada New Media Wave, Inc., de la cual era su presidente y que poco después se volvió inactiva. En este mismo mes y año inscribió también Responsible New Media, Inc., empresa actualmente activa, sin fines de lucro y de la cual es su presidente y secretario. Su objetivo es desarrollar productos comunicativos para “educar a los ciudadanos”.

Ninguna de estas empresas tienen, que se sepa, algún vínculo comercial con Cuba.

En el equipo de Responsible New Media figuran Alejandro Barreras, Lemis Tarajano y Oscar Díaz Serrat como directores, y la abogada Ambar Díaz, como agente. Esta última también aparece, junto a Rodríguez, en el registro de New Media Wave, Inc.

Según su historial, Ambar Díaz se especializa en el conocimiento de las leyes comerciales cubanas y estadounidenses, por lo que se dedica a asesorar a las personas y empresas “que buscan realizar negocios legalmente en Cuba” y “navegar las trampas comerciales y personales asociadas con el embargo comercial de EE.UU. a Cuba”.

Díaz ejerció como abogada en La Habana antes de emigrar a Estados Unidos, en donde preside, además, el Cuba Practice Group en SMGQ Law, la firma de abogados de la que es socia. Este grupo surgió a raíz del deshielo durante la administración de Obama y se especializa en ayudar a las empresas estadounidenses a ingresar al mercado cubano.

Entre otros, Ambar Díaz ha estado asociada a Aníbal Javier Quevedo Ponce en la empresa Treew LLC.. Aníbal J. Quevedo es hijo de Aníbal Quevedo, exfuncionario del régimen cubano que actualmente es dueño de la tienda online Supermarket 23. A su vez, Quevedo padre es uno de los principales socios de la empresa Treew Inc., un holding de compañías extranjeras. Uno de los negocios de Treew Inc. es el de las tiendas online de envíos a Cuba, creadas para que los emigrados puedan enviar alimentos y otros productos a sus parientes en la Isla. Esta es una empresa con vínculos, a su vez, con GAESA.

Aníbal J. Quevedo (a la izquierda) durante la campaña de Joe García (Foto: Twitter de Aníbal J. Quevedo)

Aníbal Quevedo ha sido descrito como un “testaferro del régimen” cubano. Varias de sus empresas cuentan con la participación de sus familiares: su hijo Juan Alejandro Quevedo Ponce aparece en el registro español de Treew Online S.L. Los documentos de Supermarket 23 muestran a su otro hijo, Aníbal Javier Quevedo, como su director. Su otro hijo y su esposa, Juan Alejandro Quevedo Ponce e Iliana Ponce, tienen igualmente negocios en La Habana.

Según un reportaje de ADN América, Aníbal J. Quevedo Ponce fue asistente financiero de la campaña del excongresista demócrata Joe García, ayudándole a recaudar más de 1 millón de dólares en 2016.

CAFE y CSG

El CSG está integrado por empresarios, abogados, académicos y activistas políticos cubanoamericanos y estadounidenses que tuvieron un rol trascendental en la política de Barack Obama hacia la Isla, y actualmente se presume que influyen con los mismos propósitos en la administración del presidente Joe Biden.

Algunos de ellos tienen negocios en Cuba, como Rosamaría Caballero, cofundadora y asesora de “Mandao”, el primer servicio de entrega a domicilio de su tipo en el país y que opera en varias provincias. En 2021 se convirtió en una de las primeras mipymes (micro, pequeñas y medianas empresas) aprobadas en la Isla. Otra de las directivas de “Mandao” es Marta Deus, quien ha participado en varios eventos sobre emprendimiento cubano en Estados Unidos junto a Camilo Condis, llegando incluso a renunirse con funcionarios gubernamentales de ese país. Deus y Condis fueron los únicos cubanos que, mientras activistas de derechos humanos, periodistas independientes y líderes de la sociedad civil eran “regulados”, en junio de 2022, pudieron salir del país para participar en la Cumbre de las Américas.

Otros de los integrantes del CSG se especializan en diversas áreas de probable interés comercial en Cuba. Entre los nombres resaltan los de Augusto Maxwell, un abogado que “acompaña regularmente a clientes que buscan hacer negocios en Cuba”; John McIntire, presidente de la Fundación Cuba Emprende y “uno de los cubanoamericanos invitados a la Casa Blanca para reunirse con el presidente Obama antes de su viaje a la isla en marzo de 2016”; así como el abogado y asesor especial sobre Cuba y Política de Sanciones de Akerman LLP, Matthew Aho, “un experto reconocido en los marcos legales y regulatorios que comprenden el embargo estadounidense sobre el comercio con Cuba”.

El director ejecutivo del CSG, Ricardo Herrero, además de impulsar su activismo político, es amigo personal de Guena Rod. Sobre su relación con él, Rodríguez dijo a CubaNet: “No es difícil encontrar momentos en los que coincidimos, no es difícil encontrar momentos en los que estamos hablando de lo mismo, en los que estamos de acuerdo en muchas cosas”. Y añadió: “No pertenezco ni trabajo para el Cuba Study Group ni para Ricardo Herrero, pero creo que el trabajo que hacen merece mérito”.

(Infografía: CubaNet)

Herrero tiene igualmente varias compañías en Estados Unidos; en varias de ellas ha estado asociado a Alejandro Barreras, el mismo que, junto a Guennady Rodríguez, dirige Responsible New Media, Inc. Las compañías en común entre Barreras y Herrero son Meik, Inc., Frontrunner, LLC., Miamade, Inc.; las tres se fundaron entre 2012 y 2013, y pasaron a ser inactivas entre 2018 y 2020. La última, que pasó a llamarse Mano Americas Group LLC, tiene sede en Miami; su función es “empoderar a los creadores y emprendedores” y parte de su trabajo fue conectar a programadores y emprendedores talentosos en Cuba con Estados Unidos; con esos fines, entre 2014 y 2016 recibió más de 440.000 dólares en donaciones.

Barreras es un diseñador gráfico y especialista en publicidad de origen cubano que estuvo apoyando igualmente la “reconciliación” entre La Habana y Washington durante la administración de Obama. Con ese objetivo, en abril de 2014 fundó, junto a varios cubanoamericanos vinculados al Partido Demócrata, la organización CubaNow. A su vez, el director ejecutivo de CubaNow era Ricardo Herrero.

De igual modo, Barreras fue, junto a Arturo López-Levy ―militar y primo del fallecido presidente de GAESA, Luis Alberto Rodríguez López-Calleja―, uno de los fundadores y miembros del Comité Directivo de CAFE (Cuban Americans For Engagement).

Desde su fundación en 2012, CAFE ha estado igualmente integrado por estadounidenses y cubanoamericanos que abogan por “mejorar las relaciones” entre Washington y La Habana, así como por la eliminación del embargo a Cuba.

López-Levy formó parte del equipo de asesores del CSG durante la época de Obama, recuerda el exdiplomático cubano Juan Antonio Blanco Gil, quien se ha dedicado a seguir el rastro de esta red. Pero “fueron tantas las denuncias contra este oficial de la Inteligencia Cubana que luego lo borraron de su sitio web, lo que no quiere decir que cortaron los vínculos con él”.

El escritor y periodista Jorge de Armas, quien formara parte de la directiva de CAFE, actualmente coproduce programas de 23yFlagler.

Ricardo Herrero, Arturo López-Levy, Hugo Cancio y varios integrantes de CAFE ( (Foto: CAFE/Facebook)

Los cabilderos y su agenda

La estrategia del CSG se basa en potenciar el sector supuestamente privado en Cuba así como las inversiones extranjeras, para lo cual las sanciones estadounidenses constituyen un obstáculo. Según los promotores de esta agenda, el empoderamiento de una clase económica favorecería la emergencia de un poder político. Para ello, las concesiones y el diálogo con el régimen cubano son un aspecto clave.

Guena Rod, aunque es crítico con el régimen cubano y se pronuncia a favor del respeto a los derechos humanos en Cuba, como hemos visto, en todo su quehacer sostiene el mismo relato del CSG, organización que, a su vez, ha financiado su trabajo.

(Capturas de pantalla)

En enero de 2022 publicó: “Yo les digo, honestamente, abran los ojos, el único ‘activismo anti-bloqueo’ posible es el de ayudar a sanar a nuestra comunidad, el de un diálogo serio y profundo, que contribuya a que las bases electorales de esa política cambien, pero también sería imprescindible avances en materia de Derechos Humanos en la Isla”.

Más adelante, insiste: “Por el momento, [en Cuba] se impone, cuando menos, la reforma. Sin detener el activismo cívico, porque ahí está el germen de la democracia por venir y sin los cuáles no hay absolutamente nada”.

Al respecto, Juan Antonio Blanco Gil explicó a CubaNet: “Esta fue la entelequia que el CSG vendió a Obama y vuelven ahora sobre ello, esa de que, si Estados Unidos depone la confrontación con Cuba y les pone un contexto positivo, ellos [el régimen], por sí solos, van a emprender las reformas necesarias, pero para eso hay que cesar, además, el apoyo a la oposición, promover desde Estados Unidos las inversiones en Cuba y facilitar negocios incluso con otros gobiernos”.

“Pero ―añade el académico― es un principio elemental de cualquier negociación que, si entras regalando todo y esperando a que, con esta buena voluntad, tu enemigo recapacite por sí mismo, eso está condenado al fracaso de antemano”.

En este sentido, Blanco Gil asegura que toda la estrategia del CSG, en coordinación con el régimen cubano y sus “agentes”, forma parte del llamado “cambio-fraude” o “modernización del Estado mafioso”: un grupo pequeño, una élite, se apropia del Estado y sus instituciones, y los pone en función de sus intereses privados.

“El Estado real, en Cuba, es GAESA, y el Estado pantalla alrededor de eso es el Buró Político, el Comité Central del PCC y demás organizaciones. De hecho, GAESA no es cubana, sino que está registrada como empresa panameña”, explica Blanco Gil. El especialista apunta que, quienes dirigen GAESA son la familia Castro y “tecnócratas” procedentes de las FAR y algunas instituciones.

El también director de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba y presidente del Laboratorio de Ideas “Cuba Siglo 21”, advierte que, para lograr eliminar los obstáculos que dificultan este “cambio-fraude”, GAESA y sus socios necesitan simular ciertas reformas o aperturas económicas en la Isla a través de negocios, emprendedores “privados” e inversiones extranjeras y, a su vez, favorecer este relato con agentes de influencia en la política, la educación, la cultura y medios de prensa e influencers.

“Los agentes de influencia del régimen cubano son espías entrenados en el arte de la persuación y el reclutamiento; su misión es promover campañas favorables al Gobierno cubano”, explicó a CubaNet Blanco Gil, quien también fue diplomático y miembro del Departamento América (dirigido por el agente de Inteligencia Manuel Piñeiro, conocido como  Barbarroja).

No obstante, el entrevistado asegura que existen igualmente agentes de influencia que “no necesariamente pertenecen orgánicamente a la Seguridad del Estado cubana; son también aquellos que difunden sus líneas de desinformación de manera natural por compartir ideologías, objetivos, intereses o negocios con el poder en la Isla; en ocasiones se presentan como opositores o disidentes pero, con su accionar, tributan objetivamente a la dictadura cubana; sus intereses pueden ser de tipo político-ideológicos y/o económicos”.

Es decir, algunos agentes de influencia reciben orientaciones directas de la Policía política cubana; otros simplemente benefician sus intereses y juegan un rol clave para la Seguridad del Estado cubana. Entre estos se incluyen los que Blanco Gil cataloga como “compañeros de viaje” y “tontos útiles”.

El también exoficial de la Dirección General de Inteligencia de Cuba, Enrique García, declaró a CubaNet que en “la metodología de la Inteligencia cubana típicamente se define como ‘agente de influencia’ a cualquier agente que tenga acceso a medios de comunicación masivos y que refleje, de manera abierta o disfrazada, los intereses informativos propagandísticos del régimen cubano y su servicio de Inteligencia”. Estos generalmente son, por ejemplo, periodistas, escritores, académicos, intelectuales o blogueros.

Nota: Guennady Rodríguez fue contactado por la autora más de 48 horas antes de la publicación de este reportaje. En el mensaje que le fue enviado, y del que hizo acuse de recibo, le fueron informados los principales puntos de la presente investigación. Su respuesta textual fue la siguiente:

“Niego categóricamente la afirmación de que yo soy un ‘agente’ de cualquier tipo de la dictadura. Esto representa una difamación consciente y maliciosa contra mi persona. Mi relación con el CSG es más que pública y cualquiera puede saberlo de las propias respuestas que he ofrecido voluntariamente al mismo CubaNet. Nada me ha impedido sistemáticamente pedir la libertad de los presos políticos y denunciar la represión en la Isla. Tener ‘ideas’, no obstante, no te convierte en un ‘agente’, porque si este es el caso…, entonces los periodistas independientes en Cuba igualmente pudieran ser considerados ‘agentes’ de influencia de los EE.UU. ¿Absurdo, no? Sería lamentable que CubaNet pretenda ocupar el rol de policía del pensamiento entre los que deberíamos ser los cubanos libres. Todos viviremos en democracia un día y publicaciones como estas serán moralmente inaceptables”.

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​ ¿Cómo llegó Guennady Rodríguez, un abogado apenas conocido por la comunidad cubana ―en Miami y en la Isla―, a representarla, a insertarse en espacios políticos relevantes e, incluso, a dar recomendaciones a la Casa Blanca?
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